Todo esto viene a colación porque ayer un amigo comentó que Isaac Asimov le interesó la ciencia por pasarse leyendo las revistas pulp de Ciencia Ficción, o Ficción Científica, cuando era niño. Claro que mucho podrían decir que no es un buen narrador, aunque sí lo es como divulgador de la ciencia.
La obra musical Annie también tuvo un origen en los comics. Si mal no recuerdo, cuenta el argumentista Thomas Meehan que el letrista Martin Charnin había ido a Nueva York para comprar regalos de Navidad. Martin encontró toda la colección de Little Orphan Annie: Her Life and Hard Times y la compró para regalársela a un amigo que le encantaba ese tipo de arte. Sin embargo, le terminó dándole otro regalo porqué Martin Charnin quedó encantado con toda la historia cuando la leyó; y así surgió el musical.
Ahora por fortuna la gente piensa diferente con respecto a los comics, en especial con las novelas gráficas. Y eso que hace muchos años se declaró al comic como el noveno arte. Yo creo que hasta aquí dejo este gran post porque por desgracia no soy ningún experto en el tema, tan sólo una persona que le fascina leer monitos. Cada vez que me pongo a limpiar mi desorden, me da gusto ver que no me atrevo a tirar los comics que he comprado en los últimos años. Sin exagerar ni parecer cursi, cada uno representa una época de la vida (los Memines, los Batmans, los Conans, los Bubas de Quintero, las vidas en el abismo de Ahumada, etc.). En fin: hoy me dio por escribir sobre comics.
Cuál literatura barata si vale mucho.
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