Una de las clases que esperaba con más ansia, desde primer semestre, era la de Lingüística. Ayer, 12 de enero, falleció Arrigo Coen Anitúa, profesor de esa materia. Está de más decir que es una gran pérdida: eso lo saben los que conocieron a Arrigo por tantos años.
A pesar del poco tiempo que pudimos convivir con él mi generación y yo, puedo decir que fue un privilegio haberlo tenido como maestro. Los miércoles en la escuela de la SOGEM ya no serán iguales. Ahora, Arrigo Coen Anitúa también forma parte del viento.
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