"Lo único que necesitaba era un dermatólogo. ¿Por qué mi madre nunca me ayudó? ¿Por qué me vendieron a ese circo? No soportaba las miradas de la gente, ni las risas de los niños; miradas de asco, risas de burla. Lo único que neecsitaba era un dermatólogo. ¿Por qué el dueño del circo no llamó nunca un médico? ¿No se daba cuenta que yo empeoraba con los años? Yo no soy malo. Malos los niños. Es decir, hay niños buenos y niños malos. Yo sólo castigué a los malos. No es mi culpa tener tanta fuerza y romper los barrotes y sus cuellos. Lo único que necesutaba era un dermatólogo. ¿Qué hubiera hecho usted, doctor?"
Esto me contó el paciente de la piel enferma, parecida a la de un reptil.
Dr. Jeremy Amadeus Arkham.
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