Había una ves tres hermanos drogadictos: Yerbaldo, Chemito y Grifolín. Cierto día, estaban sentados en la banqueta, tristes por no tener dinero para su dosis diaria. De pronto, apareció una dulce anciana cargando una bolsa de mandado llena de comida. Grifolín, el más pequeño de los tres, le salió al paso y le pidió dinero para sus "Reyes Magos". La anciana, encantada por la sonrisa angelical de Grifolín, sacó su monedero. En ese instante, Chemito le lanzó su bote de activo a la cabeza; Yerbaldo la empujó y entre todos la patearon hasta dejarla inconsciente. Los tres hermanos vendieron la comida, tomaron las pocas monedas del monedero, compraron su dosis diaria, y fueron muy felices por el resto del día.
D.R. Mario R. Monroy, 2007
Dedicado a Julieta, Carmen y Alma.
4 comentarios:
Oraleess, ¿las tres hermanas drogadictas somos nosotroas???
jajaja
Gracias por la dedicatoria, Mario. Muy tierno en verdad. Lástima que no se les ocurrió invitarle un toquecito a la anciana. Digo, para que ella también hubiera sido feliz el resto del día. Jiji. Te felicito, el cuento está muy bueno.
Saludines.
que onda Mario, yo cro que Julieta es yerbita y chemita la carmen, jo.
saludos y d verdad ayuda estar algo locatel
saracco
Si según Ricardo Julieta es yerbita, Carmen Chemita ¿yo soy Grifolin? lo bueno que me toco una sonrisa angelical, alma
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