asilo, asilo

asilo, asilo
ESCRIBO POR VENGANZA. ESCRIBO PARA LIBERARME. ESCRIBO PARA DESECHAR LO QUE ME HACE DAÑO. ESCRIBO PARA PENSAR QUE SOY OTRA PERSONA. ESCRIBO POR AMOR. ESCRIBO PARA SOPORTAR LA VIDA.

El verdadero Ace

El verdadero Ace
Un día, las hadas, malévolas y traviesas, hicieron una apuesta con los hombres. Dijeron que si lograban crear historias mejores que la vida de ellas, se transformarían en horribles insectos; de lo contrario, ellos desaparecerían de la faz de la Tierra.

Hoy en día, los hombres siguen deambulando por las calles; mientras en los bosques, millones de mariposas revolotean entre los árboles.

Las hadas cumplieron a medias.


Mario Ramírez Monroy


sábado, 24 de enero de 2009

El caso Jason Becker

Por la segunda mitad de los años ochenta, surgió una camada de grandes guitarristas virtuosos, en la época del denominado metal neo-clásico. Entre ellos, me sorprendieron las escalas que tocaban en conjunto Marty Friedman y Jason Becker, en un extraordinario grupo llamado Cacophony, el cual me sorprendió y me entusiasmó la primera vez que lo escuché. Pero de ese grupo hablaré más tarde, ahora quisiera hablar sobre Jason Becker.

Uno de mis grandes defectos que antes tenía -quienes me haya conocido sabrá de lo que estoy hablando- era la envidia. Yo era muy envidioso, tenía envidia de la gente que tocaba bien, a los virtuosos de la guitarra. Y si a alguien le tenía una envidia descomunal era a Jason Becker. Lo tenía todo: virtuosismo (su primer disco solista -uno fabuloso- lo grabó a la edad de diecisiete años), era considerado uno de los mejores guitarristas del mundo, componía excelente, tocó en Cacophony y con David Lee Roth, ganaba mucho dinero con sus conciertos, lo patrocinaba una de las mejores marcas de guitarra eléctrica, ¡vaya! hasta bonito estaba el cabrón. Todo, todo lo que el Gran Arkham nunca tuvo, ni fue. Pero, por degracia, algo pasó con Jason.

Hace muchos años, todos nos enteramos de que le dio una enfermedad que lo empezó a inmovilizar, al grado de que en poco tiempo terminó en silla de ruedas. Le diagnosticaron esclerosis lateral amiotrófica, a los veinte años. No podía creer que a este virtuoso le pasara esto. Era terrible. Y más para Jason Backer.

Como en estos días me la he pasado navegando por You Tube, me puse a buscar videos de Cacophony, y luego encontré uno de Jason Backer, tocando un increíble sólo en vivo. Entonces, rápido fui a la página de Wikipedia para buscar información sobre él, y lo que encontré me deprimió más después de haber vistó el video.

No quiero hacer más extenso este post, tan sólo les dejo este video, para que vean lo que hacía este dios con una guitarra. Lo que hace al principio del solo es para afirmar la seguridad que tenía de sí mismo, se van a sorprender. En verdad espero que algún día Jason Becker pueda recuperar su movilidad.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, llevo años admirando a Becker, en efecto, dentro de ese selecto grupo de bestias de las cuerdas estaba también Yngwie Malmsteen, Steve Vay, Marty Friedman e incluso me atrevería a mencionar a Paul Gilardino y varios otros que quedan en el oscuro tintero de la gloriosa epoca del buen metal. Las limitaciones de Jason desgraciadamente son permanentes pero también hay virtuosos con limitaciones serias, como es el caso de Rick Renstrom, otra bestia que le metió la garra y ganó la pulseada en esta vida perra.
Amigo mio, muchas gracias por hablar del mas grande guitarrista de todos los tiempos, agradezco también el ser parte de este grupo selecto de viejos conocedores anónimos de estas grandes maravillas de la musica.

Asilo Arkham dijo...

Querido amigo, gracias por dejar tu comentario en este blog. A mí también me gusta Jason Becker, es uno de mis guitarristas favoritos. Curiosamente, por estos día tengo pensado escribir sobre el tema de la cacofonía en dos partes: primero hablaré del grupo Cacophony, y todo lo que significó e influyó para mí su sonido; después, será sobre las cacofonía dentro de la escritura, a ver si no hago de algunos enemigos (quién sabe, a lo mejor a la mera hora no me animo y no lo escribó).

Un abrazo, y bienvenido al asilo.

Asilo Arkham dijo...

Fe de erratas:

Me faltaron algunas palabras: quise decir:

a ver si no me hago de algunos enemigos.

Otro abrazo.