asilo, asilo

asilo, asilo
ESCRIBO POR VENGANZA. ESCRIBO PARA LIBERARME. ESCRIBO PARA DESECHAR LO QUE ME HACE DAÑO. ESCRIBO PARA PENSAR QUE SOY OTRA PERSONA. ESCRIBO POR AMOR. ESCRIBO PARA SOPORTAR LA VIDA.

El verdadero Ace

El verdadero Ace
Un día, las hadas, malévolas y traviesas, hicieron una apuesta con los hombres. Dijeron que si lograban crear historias mejores que la vida de ellas, se transformarían en horribles insectos; de lo contrario, ellos desaparecerían de la faz de la Tierra.

Hoy en día, los hombres siguen deambulando por las calles; mientras en los bosques, millones de mariposas revolotean entre los árboles.

Las hadas cumplieron a medias.


Mario Ramírez Monroy


viernes, 23 de noviembre de 2007

Rata Blanca


Hace ya varios años, cuando tocaba en Arkham, le abrimos dos conciertos a Rata Blanca. Me acordé porque en la página de Ticketmaster está anunciado un concierto que darán en Guadalajara. Aquellas dos noches estábamos emocionados porque alternaríamos con alguien conocido. Por fortuna, mi grupo era bueno y también llamamos la atención.

Lo malo fue que no pudimos entablar ninguna conversación con Rata Blanca porque nunca salieron de su camerino para convivir con los otros grupos. Bueno, por lo menos uno de los dos guitarristas (no Giardino, sino el otro), cuando terminaron de tocar y pasó cerca de mí, me dijo: "Oye, eres muy bueno en la guitarra. Muy bueno, muy bueno."

En el post anterior hablé sobre Iron Maiden y del grupo que les abrió, Branda. Chucho me contó que cuando les abrieron en el Palacio de los Deportes, los del grupo podían entrar en el camerino de Iron Maiden para cotorrear con ellos. Es más: los integrantes de Iron Maiden compartieron sus sandwiches y sus cervezas con Branda.

Gabriel, el guitarrista que tocó conmigo en Valhalla, me dijo que él trabajó de vigilante en el Palacio de los Deportes cuando vino Black Sabbath a México, con Ronnie James Dio como vocalista. Y dijo que se repitió lo mismo que con Maiden: los Sabbath compartieron cervezas, sandwiches y risas con el grupo abridor en turno.

No tengo nada en contra de Rata Blanca, pero hubieran convivido más. Por lo menos, aún tengo el grato recuerdo del comentario que me hizo el guitarrista, cuando reconoció que yo no tocaba tan mal.

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