
Fue en el año de 1989, en aquel controvertido 12 de octubre, cuando se estrenó Batman de Tim Burton en México. Me atrevo a decir que con esta película se inició la moda de llevar a la pantalla versiones más fieles a su original -en la medida de lo posible-, como lo fueron Drácula, Frankenstein, etcétera.

El verano del 89 fue una época muy difícil en mi vida, por eso tengo muy presenta aquella película. Y no sólo eso: me volví un fanático de Batman y leí casi todos sus comics, y descubrí el verdadero universo de este personaje. Claro que me refiero a lo que sucedió después de las Crisis infinitas del universo DC. Y así fue como conocí al Asilo Arkham.

El concepto del Asilo Arkham (una prisión psiquiátrica) me gustó tanto que lo propuse para nombre del último grupo donde toqué. Sé que el nombre lo inventó H.P. Lovecraft, pero siempre preferí y me identifiqué más con la versión del comic, la cual se acercaba más al concepto del grupo. En fin, ahora que está a punto de estrenarse la segunda parte de la nueva versión, la figura del Caballero de la Oscuridad ha vuelto a revolotear en mi mente.

Existe un título de Batman llamado The Shadow of the Bat, en donde no se habla tanto de él, sino de todas las consecuencias que deja en las personas a su paso. Y así yo siento que este personaje de Bob Kane ha dejado una huella en mí desde hace casi veinte años, tanto que este gran blog se llama Asilo Arkham.

Como dije en mi primer post, el Asilo Arkham es una manera de unir mi pasado [el rock, mi grupo Arkham] con mi presente. Aquel verano del 89 sigue influenciando mi vida. Esperemos que esta nueva versión de Batman sea tan buena como la anterior y las dos de Tim Burton.

No es necesario estar loco, pero ayuda.
*Error corregido *^^*
2 comentarios:
Pequeña observación técnica: en la frase "la figura del Caballero de la Oscuridad a vuelto a revolotear en mi mente", debería decir "Ha vuelto a revolotear". Crítica constructiva totalmente borrable :P
¡Ouch! ¡Ouch! ¡Ouch! Que error tan grande. Se me fueron las patas bien feo @_@
Gracias por la observación, Gina.
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